<< Etapa anterior
Tras volar poco más de 6 horas llegamos a nuestra escala en Dubai. Teníamos la oportunidad de coger un vuelo a Madrid a primera hora de la mañana, pero para gastar nuestra última bala decidimos prolongar nuestra escala en Dubai unas cuantas horas y así tener la oportunidad de conocer la ciudad.
Son casi las 5 de la mañana cuando aterrizamos en el enorme aeropuerto de Dubai. Nos encaminamos al control de aduanas y aquí ya percibimos claramente que esto no es Hong Kong y que las colas van muuuucho más lentas. Conseguimos finalmente entrar en Emiratos y como llevamos algo de equipaje de mano decimos dejarlo en la consigna de Emirates antes de coger el metro en el propio aeropuerto. En la consigna reina el caos y dejamos nuestras pertenencias no sin cierta reticencia, pero como queremos ir a desayunar al hotel Al-Arab mejor dejamos las mochilas en el aeropuerto para que no nos estorben.
Nos encaminamos a uno de los metros más sofisticados del mundo. Para ser sincero he de decir que el metro en sí mismo es una pasada, el problema es que su funcionalidad es escasa o nula ya que no conecta nada con nada. Tras unas cuantas paradas nos damos cuenta que más allá de la zona más antigua, Dubai es una hilera de edificaciones polverientas en mayor o menor grado de avance en medio de un páramo desértico. El skyline es impresionante sí, pero más que una ciudad parece un enorme atrezzo de una película de acción.
Tras esta primera impresión negativa nos bajamos en nuestra parada, pues todavía no desistimos de tomar un desayuno de ricos en el Al-Arab, para el que no sepa de qué hablo me refiero al hotel con forma de vela que ha salido mil veces en los documentales de viaje de Dubai. Al salir del metro elevado cuál es nuestra sorpresa al encontrarnos en medio de un descampado a un par de kilómetros del hotel. La primera intención que tenemos es coger un taxi, pero desistimos debido a la desorbitante cifra que nos piden por salvar una corta distancia, así que ni cortos ni perezosos y como el sol a las 6 de la mañana aprieta, pero no ahoga nos dirigimos andando a nuestro destino. Empezamos a andar por una zona de palacetes, a cada cual más ostentoso y hortera, la gente nos mira como si fuéramos a pedir trabajo porque al parecer ningún loco se aventura por estos lares. Tras un buen rato caminando, con polvo hasta en el DNI y bastante cabreados con la situación desistimos de nuestro intento y damos marcha atrás, hemos llegado a una intersección con bastante tráfico y sin aceras ni nada se hace peligroso seguir, aquí por lo que se ve las normas de tráfico son sólo orientativas.
De vuelta al metro nos refugiamos en el Dubai Mall a tomar un desayuno más humilde del que teníamos planeado en un Costa Café. Ciudad no, pero centros comerciales a patadas y grandes no, lo siguiente. Nos da rabia ya que al planificar el viaje nos decidimos por el desayuno en el Al-Arab en lugar de hacer ski en este mismo Mall, en fin qué le vamos a hacer otra vez será.
Tras reponernos nos dirigimos en metro al Burj Khalifa, bueno el metro te deja a un buen trecho y dado que aquí el sol pega de justicia, mejor coger el bus que ir andando. La planta baja del edificio es un nuevo centro comercial gigante con las mejores y más exclusivas marcas de moda, joyas, relojes,… vamos para el viajero que vuela en business . Nosotros con pagar la entrada al mirador del edificio más alto del mundo con sus 828 metros, tenemos suficiente, y sí he dicho bien, 828 metros, el Taipei 101 que visitamos hace unos días tiene poco más de 500 metros y es la segunda edificación más alta del mundo, y esta "cosa", no puedo denominarla de otra forma, le saca la friolera de ¡300 m!
Desde el mirador se divisa todo lo que vista puede abarcar, y deja más patente si cabe la artificialidad del lugar. Viendo el desierto tan cercano no deja de venir a mi cabeza una pregunta: "¿por qué?",¿qué demonios pintan todos estos edificios tan desafiantes como inútiles en medio de este enorme desierto? En fin cosas del ser humano.
Tras quedarnos con la boca abierta desde el mirador del Khalifa, nos dirigimos fuera para tomar unas fotografías desde abajo del coloso. Es tan sumamente enorme que cuesta encuadrarlo en la cámara. Tan sólo estamos un par de minutos al aire libre, pero son las 12 de la mañana y el calor es tan sofocante, que hace imposible estar en la calle, de hecho cuando cogemos el bus de vuelta hacia el metro, no vemos ni un alma deambulando por allí, y no me extraña.
Tenemos algo más de tiempo, pero preferimos no arriesgar y volvemos al aeropuerto, menos mal, porque nos la quieren liar en la consigna con el equipaje de mano. Primero no nos encuentran las maletas y eso que han pasado 6 horas desde que las hemos dejado, luego nos obligan a pagar en metálico en moneda local,… en fin finalmente conseguimos nuestro equipaje de mano y con el tiempo justo embarcamos en nuestro vuelo con destino Madrid.
Nos vamos de Dubai con un regusto amargo, la verdad que pensábamos que era otra cosa, y sé que no se puede juzgar una ciudad por haber estado sólo un puñado de horas en ella, pero desde luego que la impresión que nos ha dado para el tipo de viaje que nos gusta no ha sido buena. Es posible que para otro tipo de viajero sea un destino maravilloso, pues sol y playa no falta, los resorts serán los mejores del mundo, y la oferta de atracciones es infinita (desde ski a submarinismo, parques acuáticos, tours en el desierto,….), pero si buscas algo auténtico, evítalo, aquí no lo vas a encontrar.
Fin de trayecto
Con la llegada a Madrid concluye nuestro viaje por el lejano Oriente.
Gracias a todos los que habéis visitado la página y os animo a contactar con nosotros si queréis información acerca de alguna etapa del viaje, algún lugar visitado o si simplemente os gustaría tener alguna de las fotos que hemos ido colocando.
Hasta pronto y buen viaje.
Son casi las 5 de la mañana cuando aterrizamos en el enorme aeropuerto de Dubai. Nos encaminamos al control de aduanas y aquí ya percibimos claramente que esto no es Hong Kong y que las colas van muuuucho más lentas. Conseguimos finalmente entrar en Emiratos y como llevamos algo de equipaje de mano decimos dejarlo en la consigna de Emirates antes de coger el metro en el propio aeropuerto. En la consigna reina el caos y dejamos nuestras pertenencias no sin cierta reticencia, pero como queremos ir a desayunar al hotel Al-Arab mejor dejamos las mochilas en el aeropuerto para que no nos estorben.
Parada al Al-Arab |
Metro Dubai |
Nos encaminamos a uno de los metros más sofisticados del mundo. Para ser sincero he de decir que el metro en sí mismo es una pasada, el problema es que su funcionalidad es escasa o nula ya que no conecta nada con nada. Tras unas cuantas paradas nos damos cuenta que más allá de la zona más antigua, Dubai es una hilera de edificaciones polverientas en mayor o menor grado de avance en medio de un páramo desértico. El skyline es impresionante sí, pero más que una ciudad parece un enorme atrezzo de una película de acción.
Camino de la vela |
Tras esta primera impresión negativa nos bajamos en nuestra parada, pues todavía no desistimos de tomar un desayuno de ricos en el Al-Arab, para el que no sepa de qué hablo me refiero al hotel con forma de vela que ha salido mil veces en los documentales de viaje de Dubai. Al salir del metro elevado cuál es nuestra sorpresa al encontrarnos en medio de un descampado a un par de kilómetros del hotel. La primera intención que tenemos es coger un taxi, pero desistimos debido a la desorbitante cifra que nos piden por salvar una corta distancia, así que ni cortos ni perezosos y como el sol a las 6 de la mañana aprieta, pero no ahoga nos dirigimos andando a nuestro destino. Empezamos a andar por una zona de palacetes, a cada cual más ostentoso y hortera, la gente nos mira como si fuéramos a pedir trabajo porque al parecer ningún loco se aventura por estos lares. Tras un buen rato caminando, con polvo hasta en el DNI y bastante cabreados con la situación desistimos de nuestro intento y damos marcha atrás, hemos llegado a una intersección con bastante tráfico y sin aceras ni nada se hace peligroso seguir, aquí por lo que se ve las normas de tráfico son sólo orientativas.
Una pista de ski en el desierto |
De vuelta al metro nos refugiamos en el Dubai Mall a tomar un desayuno más humilde del que teníamos planeado en un Costa Café. Ciudad no, pero centros comerciales a patadas y grandes no, lo siguiente. Nos da rabia ya que al planificar el viaje nos decidimos por el desayuno en el Al-Arab en lugar de hacer ski en este mismo Mall, en fin qué le vamos a hacer otra vez será.
Tras reponernos nos dirigimos en metro al Burj Khalifa, bueno el metro te deja a un buen trecho y dado que aquí el sol pega de justicia, mejor coger el bus que ir andando. La planta baja del edificio es un nuevo centro comercial gigante con las mejores y más exclusivas marcas de moda, joyas, relojes,… vamos para el viajero que vuela en business . Nosotros con pagar la entrada al mirador del edificio más alto del mundo con sus 828 metros, tenemos suficiente, y sí he dicho bien, 828 metros, el Taipei 101 que visitamos hace unos días tiene poco más de 500 metros y es la segunda edificación más alta del mundo, y esta "cosa", no puedo denominarla de otra forma, le saca la friolera de ¡300 m!
Desde el mirador se divisa todo lo que vista puede abarcar, y deja más patente si cabe la artificialidad del lugar. Viendo el desierto tan cercano no deja de venir a mi cabeza una pregunta: "¿por qué?",¿qué demonios pintan todos estos edificios tan desafiantes como inútiles en medio de este enorme desierto? En fin cosas del ser humano.
Dubai des el Khalifa |
Burj Khalifa 828 m. |
Nos vamos de Dubai con un regusto amargo, la verdad que pensábamos que era otra cosa, y sé que no se puede juzgar una ciudad por haber estado sólo un puñado de horas en ella, pero desde luego que la impresión que nos ha dado para el tipo de viaje que nos gusta no ha sido buena. Es posible que para otro tipo de viajero sea un destino maravilloso, pues sol y playa no falta, los resorts serán los mejores del mundo, y la oferta de atracciones es infinita (desde ski a submarinismo, parques acuáticos, tours en el desierto,….), pero si buscas algo auténtico, evítalo, aquí no lo vas a encontrar.
Fin de trayecto
Con la llegada a Madrid concluye nuestro viaje por el lejano Oriente.
Gracias a todos los que habéis visitado la página y os animo a contactar con nosotros si queréis información acerca de alguna etapa del viaje, algún lugar visitado o si simplemente os gustaría tener alguna de las fotos que hemos ido colocando.
Hasta pronto y buen viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario